1 Juan - Introducción - 1:1
Comenzamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio de la Primera Epístola Universal del Apóstol San Juan. Algunos especialistas de la Biblia consideran que las epístolas de ...Juan fueron los últimos libros de la Biblia que se escribieron. Con toda seguridad, las epístolas de Juan fueron las últimas que este apóstol escribió.
Las tres epístolas fueron también llamadas cartas, sin embargo, la primera carta no tiene la forma o el estilo de una carta. No tiene saludos al principio ni en la conclusión de la obra. El estilo es más bien el de un sermón. Tiene todas las características del mensaje escrito por un fiel pastor que siente amor y preocupación por un grupo determinado de creyentes.
Juan se desempeñó como pastor de la iglesia de Éfeso, que fue fundada por el apóstol Pablo. A través de los años la iglesia ha creído que el apóstol escribió primero su Evangelio, en segundo lugar sus epístolas y finalmente el libro de Apocalipsis, justamente antes de su muerte. Sin embargo, en años recientes algunos de nosotros hemos llegado a la conclusión de que Juan escribió sus epístolas como su obra final. De acuerdo con este punto de vista, el escribió sus primera epístola después de su encarcelamiento en la isla de Patmos. En este caso, la fecha de la carta quedaría fijada alrededor del año 100. Juan murió en Éfeso y fue enterrado en esa ciudad. La Basílica de San Juan fue construida sobre la tumba del apóstol por el emperador Justiniano en el siglo quinto.
Para entender la primera epístola de Juan debemos saber algo sobre la ciudad de Éfeso del principio del siglo segundo. Era muy parecida a cualquier ciudad de nuestro tiempo. Hubo cuatro factores importantes que predominaron en Éfeso y por todo el mundo Romano.
1. Había una familiaridad natural con el cristianismo. Muchos de los creyentes eran hijos y nietos de los primeros cristianos. El nuevo brillo de la fe cristiana se había empañado. La novedad había pasado. La emoción y la gloria de los primeros días se habían apagado. ¡Qué emocionante fue el ser un creyente en aquel día en el cual el apóstol Pablo había llegado a la ciudad y desafió a la diosa Diana de los Efesios! Toda la ciudad estaba alborotada. En los Hechos capítulo 19 leemos acerca del efecto que la enseñanza de Pablo tuvo en la sinagoga de Éfeso, y también sobre el impacto de sus sesiones diarias en la escuela de Tirano durante dos años. ¡Qué ferviente había sido el amor y entusiasmo por Cristo de los creyentes en aquellos días! Pero, muchos años más tarde, cuando el Señor Jesús les envió una carta a los creyentes de Éfeso por medio del apóstol Juan, mientras éste se encontraba en la isla de Patmos, les dijo: 4Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor (como leemos en Apocalipsis 2:4). Todo sucedió tal como Jesús había advertido hacía ya mucho tiempo, cuando dijo, 2y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará (como leemos en Mateo 24:12). La devoción y dedicación a Cristo de los creyentes de Éfeso había decaído.
2. Las elevadas normas del cristianismo había hecho de los cristianos personas diferentes, pero los hijos y nietos de los primeros cristianos no quisieron ser diferentes. Los creyentes eran llamados "santos" - de la palabra Griega "hagios". El significado principal es "separado para el uso exclusivo de Dios, o perteneciente a Dios". Los utensilios del templo fueron calificados como santos, porque estaban reservados al uso para Dios. El templo también era santo, es decir, diferente, separado para el uso de Dios.
Pero los creyentes de Éfeso habían llegado a ser cristianos tradicionales, como programados para el compromiso. Se habían convertido en cristianos flexibles. Eran el producto de un molde diferente al de los discípulos a quienes Jesús había dicho: 19Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia (como leemos en Juan 15:19). Y también en la oración sacerdotal dirigida a Su Padre, leemos las siguientes palabras: 14Yo les he dado tu palabra, y el mundo los odió porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo (Juan 17:14). En los nuevos tiempos se había producido una ruptura en la ética judeo-cristiana y se percibía indiferencia hacia las normas Bíblicas.[+] Mostrar más
1 Juan - Introducción - 1:1
Comenzamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio de la Primera Epístola Universal del Apóstol San Juan. Algunos especialistas de la Biblia consideran que las epístolas de ...Juan fueron los últimos libros de la Biblia que se escribieron. Con toda seguridad, las epístolas de Juan fueron las últimas que este apóstol escribió.
Las tres epístolas fueron también llamadas cartas, sin embargo, la primera carta no tiene la forma o el estilo de una carta. No tiene saludos al principio ni en la conclusión de la obra. El estilo es más bien el de un sermón. Tiene todas las características del mensaje escrito por un fiel pastor que siente amor y preocupación por un grupo determinado de creyentes.
Juan se desempeñó como pastor de la iglesia de Éfeso, que fue fundada por el apóstol Pablo. A través de los años la iglesia ha creído que el apóstol escribió primero su Evangelio, en segundo lugar sus epístolas y finalmente el libro de Apocalipsis, justamente antes de su muerte. Sin embargo, en años recientes algunos de nosotros hemos llegado a la conclusión de que Juan escribió sus epístolas como su obra final. De acuerdo con este punto de vista, el escribió sus primera epístola después de su encarcelamiento en la isla de Patmos. En este caso, la fecha de la carta quedaría fijada alrededor del año 100. Juan murió en Éfeso y fue enterrado en esa ciudad. La Basílica de San Juan fue construida sobre la tumba del apóstol por el emperador Justiniano en el siglo quinto.
Para entender la primera epístola de Juan debemos saber algo sobre la ciudad de Éfeso del principio del siglo segundo. Era muy parecida a cualquier ciudad de nuestro tiempo. Hubo cuatro factores importantes que predominaron en Éfeso y por todo el mundo Romano.
1. Había una familiaridad natural con el cristianismo. Muchos de los creyentes eran hijos y nietos de los primeros cristianos. El nuevo brillo de la fe cristiana se había empañado. La novedad había pasado. La emoción y la gloria de los primeros días se habían apagado. ¡Qué emocionante fue el ser un creyente en aquel día en el cual el apóstol Pablo había llegado a la ciudad y desafió a la diosa Diana de los Efesios! Toda la ciudad estaba alborotada. En los Hechos capítulo 19 leemos acerca del efecto que la enseñanza de Pablo tuvo en la sinagoga de Éfeso, y también sobre el impacto de sus sesiones diarias en la escuela de Tirano durante dos años. ¡Qué ferviente había sido el amor y entusiasmo por Cristo de los creyentes en aquellos días! Pero, muchos años más tarde, cuando el Señor Jesús les envió una carta a los creyentes de Éfeso por medio del apóstol Juan, mientras éste se encontraba en la isla de Patmos, les dijo: 4Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor (como leemos en Apocalipsis 2:4). Todo sucedió tal como Jesús había advertido hacía ya mucho tiempo, cuando dijo, 2y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará (como leemos en Mateo 24:12). La devoción y dedicación a Cristo de los creyentes de Éfeso había decaído.
2. Las elevadas normas del cristianismo había hecho de los cristianos personas diferentes, pero los hijos y nietos de los primeros cristianos no quisieron ser diferentes. Los creyentes eran llamados "santos" - de la palabra Griega "hagios". El significado principal es "separado para el uso exclusivo de Dios, o perteneciente a Dios". Los utensilios del templo fueron calificados como santos, porque estaban reservados al uso para Dios. El templo también era santo, es decir, diferente, separado para el uso de Dios.
Pero los creyentes de Éfeso habían llegado a ser cristianos tradicionales, como programados para el compromiso. Se habían convertido en cristianos flexibles. Eran el producto de un molde diferente al de los discípulos a quienes Jesús había dicho: 19Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia (como leemos en Juan 15:19). Y también en la oración sacerdotal dirigida a Su Padre, leemos las siguientes palabras: 14Yo les he dado tu palabra, y el mundo los odió porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo (Juan 17:14). En los nuevos tiempos se había producido una ruptura en la ética judeo-cristiana y se percibía indiferencia hacia las normas Bíblicas.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 2 EPISODIO
1 Juan 1:1-4 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio de la ...
1 Juan 1:1-4
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio de la primera epístola del Apóstol Juan. Recordemos que esta primera división trata el siguiente tema, de acuerdo con nuestro Bosquejo: Dios ...es luz: como los hijos amados pueden tener una relación de compañerismo con Dios.
Como adelantamos en la introducción, Juan escribió esta carta para enfrentarse a la primera herejía que había entrado a la iglesia, que fue el gnosticismo, cuyos seguidores se jactaban de poseer un conocimiento superior. Aceptaban la deidad de Jesús pero negaban Su humanidad. Observemos como Juan presentaría el verdadero gnosticismo, es decir, el verdadero conocimiento de Dios. Para retomar mejor el hilo del argumento del capítulo, leamos nuevamente el primer versículo, para examinar la primera división y el prólogo, división titulada
Dios es luz (prólogo)
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida."
Con referencia a la frase Lo que era desde el principio, en nuestro programa anterior hicimos referencia a 3 principios o comienzos. El primero tuvo lugar en Génesis 1:1, en la creación. El segundo fue descrito en el Evangelio de Juan 1:1, y se remonta al pasado llegando mucho más lejos que la misma creación del mundo. Se extiende hasta la misma eternidad.
Ahora el tercer comienzo es el que se inició en 1 Juan 1:1, que dice: 1Lo que era desde el principio, lo cual se refiere al tiempo en que Cristo vino a este mundo en Belén. Cuando Él tenía aproximadamente 30 años de edad, Juan llegó a conocerlo. Juan y su hermano Jacobo se encontraron con El en Jerusalén. Más tarde, ellos estaban con su padre, reparando redes cuando Jesús se acercó y los llamó para que lo siguieran. Entonces ellos dejaron a su padre (probablemente un pescador de buena posición) con el personal contratado y siguieron a Jesús. Y luego, Juan dijo que quería contarles a sus lectores algo acerca de Él y entonces afirmó la realidad de la personalidad total de Jesús, pues dijo: (1) lo que hemos oído. - es decir, por el sentido del oído; (2) Lo que hemos visto (por medio del sentido de la vista); (3) Lo que hemos contemplad (es decir, mirando fija y atentamente) y (4) (lo que) palparon nuestras manos (por medio del sentido del tacto).
El apóstol Juan estaba hablando, por supuesto, de la encarnación de Jesús y de su propia asociación con Él cuando se encontraba aquí en la tierra.
Al decir lo que hemos oído no estaba expresando sus opiniones o especulaciones. Estaba hablando del hecho de que había realmente escuchado al Señor Jesús, había oído Su voz, y al escucharle, había escuchado a Dios.
El versículo prosigue diciendo lo que hemos visto con nuestros ojos, Los apóstoles no solo le habían oído hablar, sino que también le habían visto con sus propios ojos. En nuestro tiempo, no podemos contemplarlo con nuestros ojos físicos, pero podemos verle con los ojos de la fe. El apóstol Pedro nos dijo: 8Vosotros, que lo amáis sin haberlo visto, creyendo en él aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso (como podemos leer en 1 Pedro 1:8). Y el Señor le dijo a Tomás, que no creería que había resucitado hasta que pudiera verle y tocarle: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron (como podemos leer en Juan 20:29). Hoy estamos viviendo por fe y el Señor Jesucristo puede ser tan real para nosotros como lo fue con Tomás.
Y el versículo continúa diciendo lo que hemos contemplado: la palabra Griega aquí significa "contemplar con atención". Por ejemplo, un teatro sería el lugar donde uno se sienta y observa, no simplemente con una mirada rápida, sino con una mirada constante y durante un par de horas. Juan estaba diciendo que durante tres años habían estado contemplando a Jesús. En su Evangelio, en el capítulo 3, versículo 14, escribió: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Durante la travesía del desierto, la gente que había sido mordida por las serpientes, para recibir la sanidad tenía que mirar a la serpiente de bronce que había sido levantada sobre una estaca. Juan estaba aplicando aquel incidente al señor Jesús, diciendo que ahora tenemos que mirarle a Él con fe para recibir la salvación. Después de haberlo hecho, tenemos que contemplarle a El atentamente, y esto es lo que haremos al recorrer esta epístola. Es decir, que el mirarle, nos salva; el contemplarle atenta y constantemente, nos santifica. En su Evangelio Juan escribió, en el capítulo 1, versículo 14: Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre. Muchos de nosotros necesitamos hacer mucho más que simplemente mirarle para recibir la salvación: necesitamos pasar tiempo contemplándole atentamente con los ojos de la fe.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 3 EPISODIO
1 Juan 1:5-7 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio del ...
1 Juan 1:5-7
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio del capítulo 1 de la Primera Epístola de Juan. Después de haber tenido una introducción a este libro, nos encontramos en la ...primera gran división de esta carta, que abarca desde el capítulo 1:1 hasta el capítulo 2:2, y se titula "Dios es Luz". Después de haber examinado el prólogo (en los versículos 1 y 2), estamos considerando la sección titulada "Cómo los hijos amados pueden tener comunión con Dios", sección que finaliza al llegar al capítulo 2:2.
El párrafo que estamos considerando responde una de las tres preguntas implicadas en el título de esta sección, que ya hemos citado, sobre cómo los hijos pueden tener una relación de comunión con Dios. Esta primera respuesta es que podemos tener esa comunión "andando o viviendo en la luz de Dios (en los versículos 4 al 7).
Recordemos que en el versículo 4 el apóstol Juan escribió que su deseo era que la alegría de sus lectores fuera completa. Ahora, esta fue la segunda razón que el escritor Juan mencionó para escribir su epístola: el motivo del apóstol fue que la alegría de los creyentes fuera completa. Es una magnífica experiencia tener gozo, alegría, no simplemente algo de alegría, sino que disfrutemos de una gran alegría, porque estamos experimentando una auténtica comunión. La palabra Griega "koinonía" se refiere a un acto de comunión, como por ejemplo, un encuentro o culto de comunión en una iglesia o comunidad de creyentes. El orar, es un acto de comunión, así como el entregar nuestra ofrenda en la iglesia. Pero en este capítulo, Juan estaba hablando sobre la experiencia de la comunión, y que era lo mismo en que estaba pensando el apóstol Pablo cuando escribió, 10Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte (como podemos leer en la carta a los Filipenses 3:10).
Estimado oyente, el objetivo final de la predicación es que, a través de la convicción y el arrepentimiento, los hombres y mujeres acudan a Cristo para recibir la salvación. Que esa experiencia, ese comienzo de una nueva relación con Dios traiga una gran alegría a sus corazones, tal como le sucedió a aquel eunuco Etíope que experimentó un encuentro con Cristo con la ayuda de Felipe el evangelista. El no continuó su largo viaje recordando que gran predicador y que persuasivo había sido Felipe; el simplemente continuó su viaje sintiendo una gran alegría. ¿Por qué? Porque había llegado a conocer a Cristo. Y el propósito de esta epístola del apóstol Juan es que usted y yo compartiéramos todo aquello que, proviniendo de la persona y la obra de Cristo, ha llenado nuestra vida. Que el Espíritu de Dios pudiera hacer que el Señor Jesús y Dios el Padre fueran hasta tal punto reales en nuestra vida, que nuestra comunión con ellos y los unos con los otros, pudiera ser una experiencia dulce, agradable y enriquecedora.
Y ahora regresamos a la consideración de un problema que mencionamos anteriormente. El apóstol Juan había dicho que él había escrito estas cosas para que pudiéramos tener una genuina relación de comunión y compañerismo cristiano. Que, como fruto de esa relación, nuestra alegría, nuestra satisfacción fuera todo lo completa que puede ser en esta vida. Y tal alegría sería natural y realmente plena, integral, si pudiéramos tener una relación íntima de comunión y compañerismo con Dios. Sin embargo, había que superar un obstáculo, una barrera. El apóstol Juan hizo frente a un verdadero dilema que todo hijo de Dios reconoce. La misma posibilidad de que un ser humano tenga comunión con Dios es una de las perspectivas más gloriosas, más extraordinarias que tenemos ante nosotros. Pero inmediatamente, nuestras esperanzas de alcanzar esa inigualable experiencia quedan frustradas cuando nos enfrentamos con un importante dilema.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 4 EPISODIO
1 Juan 1:7-10 Continuamos hoy, estimado oyente, nuestro estudio de la ...
1 Juan 1:7-10
Continuamos hoy, estimado oyente, nuestro estudio de la Primera Epístola del Apóstol Juan, y regresamos al capítulo 1.
Recordemos que después de haber tenido una introducción a este libro, ...nos encontramos en la primera gran división de esta carta, que abarca desde el capítulo 1:1 hasta el capítulo 2:2, y se titula "Dios es Luz". Después de haber examinado el prólogo (en los versículos 1 y 2), estamos considerando la sección titulada "Cómo los hijos amados pueden tener comunión con Dios", sección que finaliza al llegar al capítulo 2:2.
El párrafo que estamos considerando responde una de las tres preguntas implicadas en el título de esta sección, que ya hemos citado, sobre cómo los hijos pueden tener una relación de comunión con Dios. Esta primera respuesta es que podemos tener esa comunión "andando o viviendo en la luz de Dios (en los versículos 4 al 7).
Tenemos que ser conscientes de que hoy vivimos en un mundo que está en rebelión contra el Dios Todopoderoso. Dios es Santo, y yo soy un pecador. Soy salvo por la gracia de Dios, sí, pero ¿cómo voy a tener comunión con Él? ¿Cómo voy a andar con Él? Bueno, las personas han tratado de hacer esto en tres formas diferentes que se presentan aquí, y dos de ellas están equivocadas. El primer método es hacer descender a Dios al nivel del ser humano. Vamos a leer nuevamente los versículos 6 y 7 de este primer capítulo:
"Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado"
Con frecuencia oímos hablar del pecado entre los cristianos. Pero debemos tener en cuenta que si usted va a caminar con Dios en el sendero de la vida, ha de tener que caminar en luz. Y si aparece el pecado en su vida, usted no estará recorriendo ese camino en compañía y comunión con Dios. Porque usted, como ser humano, no puede hacer descender a Dios a su nivel.
En nuestro programa anterior destacamos la frase Si andamos en luz, es decir, si vivimos en la luz de la Palabra de Dios. Un expositor Bíblico llamado Ironside tenía una cierta confusión con respecto a este versículo. Observando que la limpieza por la sangre depende de nuestro andar en la luz, leía este versículo como si dijera "Si andamos de acuerdo con la luz, la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado". El pensaba que estas palabras significaban que si él era muy escrupuloso en obedecer cada mandamiento de Dios, entonces Dios lo limpiaría. Pero entonces se dio cuenta de que aquí no dice "si andamos de acuerdo con la luz", sino que dice "si andamos en la luz. Este expositor al fin aprendió que lo importante es donde andamos, y no como andamos. ¿Nos hemos acercado a la presencia de Dios y hemos permitido que Su Palabra brille sobre nuestros corazones pecaminosos? Es posible andar en la oscuridad, pensando que uno está andando bien, que está en lo correcto.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 5 EPISODIO
1 Juan 2:1-3 Continuamos, estimado oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 2:1-3
Continuamos, estimado oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan y hoy llegamos al
1 Juan 2
Tema: el ministerio de Cristo como abogado; como Sus hijos amados ...pueden tener una relación entre sí. Y los hijos amados de Dios no deben amar al mundo.
Este segundo capítulo continúa la idea comenzada en el capítulo anterior sobre la forma en la que los hijos amados de Dios pueden tener una relación de comunión y compañerismo con Dios. Hemos visto que podemos disfrutar de esa comunión con Dios viviendo en la luz, es decir, en la presencia de Dios. Lo segundo que debemos hacer para mantener dicha comunión es confesarle a El nuestros pecados. Cuando andamos o vivimos en la luz, sabemos que la sangre de Jesucristo continúa limpiándonos de todo pecado; pero también sabemos que en nuestras vidas hay imperfección, y que tenemos que acudir a Él para confesarla.
En el capítulo dos llegamos al tema del ministerio de Cristo como abogado. Ahora veremos la conclusión del tema que comenzó en 1 Juan 1:5, cuando el apóstol Juan dijo: Este es el mensaje. ¿Y cuál es el mensaje? Es el mensaje del Evangelio de la gracia de Dios que toma al pecador condenado al infierno y que simplemente por su fe en Cristo y lo introduce a la familia de Dios, en la que se convierte en un heredero y en un coheredero con Jesucristo. Lo sumamente importante es la relación con el Padre.
Leamos ahora el versículo 1 de este segundo capítulo de 2 Juan, que nos introduce al párrafo titulado
La comunión con Dios por medio del ministerio de Cristo como Abogado
"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo."
Hijitos míos, - dice aquí - estas cosas os escribo para que no pequéis. Detengámonos en esta frase por un momento. El apóstol nos estaba escribiendo estas cosas porque Dios no quiere que Sus hijos pequen. Aunque Dios ha hecho una provisión amplia y adecuada para que nosotros no pequemos, nuestra entrada o aprovechamiento de esta provisión es imperfecta, a causa de nuestra imperfección. Observemos que este versículo no dice que no podamos pecar, pero Juan estaba escribiéndonos para que evitar que pecáramos. Dios quiere que vivamos de una manera que le agrade a Él, es decir, que El desea que caminemos en esta vida en obediencia a Su Palabra.
Tenemos que recordar que ésta carta es una epístola familiar, porque enfatiza la relación entre los miembros de la familia de Dios. Lo mencionamos nuevamente porque en algunos círculos ha habido énfasis en la verdad corporativa, centrada en la idea de que todos los creyentes son parte de un cuerpo. La verdad corporativa es el mensaje de la carta de San Pablo a los Efesios - mensaje extraordinario, por cierto--- pero una vez establecida esta verdad, necesitamos avanzar un poco más, hasta llegar a lo que podríamos llamar "una verdad familiar". Tenemos que reconocer que estamos en la familia de Dios, y que nuestra relación es sumamente importante. Necesitamos tener una relación de compañerismo con nuestro Padre celestial.
La frase Hijitos míos es una expresión interesante. Proviene de la palabra Griega "teknia" y probablemente debería traducirse como "mis niños pequeños" o "mis pequeños renacidos".
Después hemos leído la frase estas cosas os escribo para que no pequéis. Ninguno de nosotros ha alcanzado ese nivel espiritual elevado, aunque algunos en ocasiones hayan pretendido tener una perfección exenta de pecado, lo cual es absolutamente irreal, pues nadie ha logrado llegar a una posición de perfección tan elevada.
Si somos honestos ante nosotros mismos, también podremos afirmar que El aun no nos ha convertido en personas perfectas. Aún no hemos alcanzado semejante nivel espiritual. Por ello el apóstol Juan fue enfático al decir Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Como ya dijimos, Dios no quiere que vivamos en el pecado. Vamos a ver más adelante, que Juan nos iba a decir: Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado (1 Juan 5:18). Esto quiere decir que todo aquel que ha experimentado un nuevo nacimiento espiritual no practica el pecado, es decir, que no vive en el pecado. Recordemos que en la parábola del hijo pródigo, en Lucas 15, vimos que el hijo no se quedó en la pocilga a donde había ido a parar. ¿Por qué? Porque él era un hijo, y no un cerdo. Y también tenemos que ser conscientes de que, como dice Eclesiastés 7:3, Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 6 EPISODIO
1 Juan 2:3-8 Continuamos hoy, estimado oyente, nuestro recorrido por ...
1 Juan 2:3-8
Continuamos hoy, estimado oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. En nuestro estudio de esta epístola, estamos en el capítulo 2. Recordemos que , en ...el capítulo 1, consideramos la primera división de esta carta, titulada "Dios es Luz", que abarca desde el capítulo 1:1 hasta el capítulo 2:2.
Ahora bien, en este segundo capítulo continúa la idea comenzada en el capítulo anterior sobre la forma en la que los hijos amados de Dios pueden tener una relación de comunión y compañerismo con Dios. Hemos visto que podemos disfrutar de esa comunión con Dios viviendo en la luz, es decir, en la presencia de Dios. Lo segundo que debemos hacer para mantener dicha comunión es confesarle a El nuestros pecados. Cuando andamos o vivimos en la luz, sabemos que la sangre de Jesucristo continúa limpiándonos de todo pecado; pero también sabemos que en nuestras vidas hay imperfección, y que tenemos que acudir a Él para confesarla.
En el capítulo dos llegamos al tema del ministerio de Cristo como abogado. Ahora veremos la conclusión del tema que comenzó en 1 Juan 1:5, cuando el apóstol Juan dijo: Este es el mensaje. ¿Y cuál es el mensaje? Es el mensaje del Evangelio de la gracia de Dios que toma al pecador condenado al infierno, y que simplemente por su fe en Cristo lo introduce a la familia de Dios, en la que se convierte en un heredero y en un coheredero con Jesucristo. Lo sumamente importante es la relación con el Padre. Leamos nuevamente el versículo 3 de este segundo capítulo de 1 Juan, que inicia la segunda división general de esta epístola titulada "Dios es amor" y que se extiende desde el 2:3 hasta el 4:21. Así que en este versículo 3 se inicia también la sección que hemos titulado
Cómo tener comunión los unos con los otros
"En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus mandamientos."
Esta sección se extiende hasta el versículo 14 de este mismo capítulo. En primer lugar, tenemos que decir que este versículo no tiene nada que ver con la seguridad del creyente. Juan estaba hablando sobre la certeza. Como hijos de Dios, formamos una familia. Pero ¿cómo podemos tener la seguridad de que pertenecemos a la familia de Dios? El escritor nos estaba diciendo que la seguridad, la certeza, proviene de obedecer Sus mandamientos.
Al hablar aquí de los "mandamientos" el apóstol no se refiere a los Diez Mandamientos. Juan no estaba tratando con ningún aspecto legal, sino sobre asuntos familiares. Los Diez Mandamientos fueron dados a una nación y en esos mandamientos todas las naciones civilizadas han basado sus leyes. Los Diez Mandamientos son para los que aun no han sido salvados. Ahora, Dios tiene algo para Su propia familia, es decir, mandamientos para Sus hijos. Por ejemplo, en la epístola a los Gálatas, capítulo 6, versículo 2, leemos: Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. En la Primera epístola a los Tesalonicenses, capítulo 4, versículo 2, el apóstol Pablo le dijo a la familia de Cristo: Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús. Algunos de esos mandamientos fueron mencionados en el último capítulo de 1 Tesalonicenses. En ese último capítulo hemos contado unos 22 mandamientos y aquí hay algunos de ellos: Estad siempre gozosos. Él quiere que usted sea un creyente alegre. Y después el versículo 17 dice: Orad sin cesar, y éste último indica una actitud de oración. Usted puede levantarse de sus rodillas y continuar aun en una actitud de oración. En el versículo 19, se nos dijo: No apaguéis el Espíritu, es decir, que no nos neguemos a Su acción en nuestra vida. Y así, éstos son algunos de los mandamientos que el Señor Jesús ha dado a los creyentes, y si hemos de tener una relación de compañerismo con Dios el Padre, y de disfrutar de esa relación teniendo la certeza en nuestros propios corazones, debemos obedecer Sus mandamientos. No sentimos que podemos hacer todo lo que nos agrade. El cristiano no hace lo que le place, sino lo que a Cristo le agrada.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 7 EPISODIO
1 Juan 2:8-14 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 2:8-14
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola Universal del Apóstol Juan. Estamos en el capítulo 2, donde comienza la segunda división general de esta carta, ...titulada "Dios es amor" (desde el 2:3 hasta el 4:21), y en la sección de este capítulo que hemos titulado "Cómo los hijos amados de Dios pueden tener una relación de comunión los unos con los otros", que se extiende desde el versículo 3, hasta el 14. Vamos a leer nuevamente el versículo 8, para retomar el hilo de nuestro pensamiento:
"Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra."
Ahora, ¿por qué es éste un nuevo mandamiento para los creyentes que son regenerados y en los que mora el Espíritu Santo? Porque fue un mandamiento que fue dado del otro lado de la cruz, antes de la venida del Espíritu Santo. Desde este lado, desde esta perspectiva, es nuevo.
Los creyentes tienen que hacer la voluntad de Dios; y la voluntad de Dios es primordialmente amarle. Este sentimiento identifica a un creyente. Un creyente es alguien que se deleita, que disfruta cumpliendo la voluntad de Dios. Porque, como dice este versículo 8, las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra, el creyente tendría que ser capaz de decir que está conociendo mejor al Señor Dios, y que está comprendiendo Su voluntad más perfectamente. El gran poeta alemán Schiller dijo: "Veo todo cada vez más claro". Hasta aquí la cita. Y esta debería ser la experiencia de cada hijo de Dios. Cada día deberíamos estar creciendo, y es imposible crecer aparte de un estudio de la Palabra de Dios. La Palabra escrita revela a la Palabra viviente, a el Señor Jesucristo, y El es el Pan de Vida y el Agua de Vida. Si no nos alimentamos de Él, no podremos saciar nuestra hambre espiritual.
Como dijimos en otras ocasiones, uno de los problemas de los cristianos en la actualidad es que muchos están tratando de seguir algunas sencillas reglas y actúan como su estuvieran programados por un ordenador. En consecuencia, creen que si cumplen estas reglas o prácticas, están viviendo la vida cristiana. Debemos tener en cuenta que somos seres humanos y que no hemos sido diseñados para funcionar como un ordenador. Si usted es un hijo de Dios, tiene una nueva naturaleza, y aunque aún tiene su vieja naturaleza en la cual, no habita el bien, como dijo el apóstol Pablo en Romanos 7:18. Pero su nueva naturaleza desea cumplir la voluntad de Dios, quiere agradar a Dios.
Dice finalmente este versículo 8, las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra. Al mirar hoy a nuestro alrededor podemos ver que la oscuridad espiritual todavía no se ha desvanecido. La ignorancia con respecto a la Palabra de Dios aún es muy evidente. La luz verdadera, que es el Señor Jesucristo, está brillando sobre este mundo. El es aún la persona más polémica que jamás ha vivido sobre la tierra. Ahora, el versículo 9 dice:
"El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en tinieblas."
Es imposible que, como un hijo de Dios, usted viva en la luz y odie a su hermano. Si usted odia a otro hermano, significa que hay algo radicalmente mal en su confesión de fe. Esto no significa que no haya algunas personas cuya conducta y hábitos le resultan desagradables o inaceptables. No significa que no habrá ciertos hábitos que usted no apruebe - y ello es comprensible. Pero odiar a esos creyentes revela que usted se encuentra en la oscuridad espiritual. El odio hacia hermanos en la misma fe es una evidencia de que una persona no está viviendo en la luz. En este sentido hay algo que tenemos que recordar. Hay una oscuridad natural en la cual nacen todos los seres humanos, El apóstol Pablo habló sobre este tema en su carta a los Efesios 4:18, donde escribió: 18teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Esta es la condición natural de la humanidad. Pero nuestra condenación no se debe a lo que somos por naturaleza. El Apóstol Juan dijo en el capítulo 3, versículo 19 de su evangelio: Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Esto es algo muy importante y esperamos que usted no lo pase por alto. Nosotros no somos responsables porque nacimos en la oscuridad y porque nuestro entendimiento oscurecido; somos responsables si rechazamos la luz que viene hasta nosotros por medio de la Palabra de Dios.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 8 EPISODIO
1 Juan 2:15-16 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 2:15-16
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Estamos en el capítulo 2, donde comienza la segunda división general de esta carta, titulada ..."Dios es amor" (desde el 2:3 hasta el 4:21), y en la sección de este capítulo que hemos titulado "Cómo los hijos amados de Dios pueden tener una relación de comunión los unos con los otros", que se extiende desde el versículo 3, hasta el 14. A partir del versículo 15 consideraremos la siguiente sección, titulada "Los hijos amados de Dios no deben amar al sistema del mundo". Esta sección se extenderá hasta el versículo 28 de este segundo capítulo.
En este capítulo hemos destacado la importancia de los versículos 10 y 11. Concretamente resaltamos el versículo 11. En este pasaje el apóstol Juan nos ha dejado la siguiente gran declaración: Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe a donde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. Si usted desea saber con total seguridad si usted es un hijo de Dios, aplique este test a su propia vida. Si usted está detestando a su hermano, entonces está viviendo en la oscuridad. Si usted está amando a su hermano, se encuentra viviendo en la luz.
La vida cristiana puede, en realidad, representarse como un triángulo. Dios está situado en el vértice del triángulo y desde allí la luz, el amor y la vida de Dios descienden por los lados del triángulo hacia ambos extremos de la base del triángulo, en uno de cuyos extremos se encuentra usted, y desciende sobre su corazón y vida. Su amor hacia Dios asciende desde ese extremo de la base del triángulo hacia el vértice, pues usted lo ama porque El le amó primero. Si usted está viviendo en la luz aquí en la tierra, ello significa que usted también va a amar a su hermano, que se encuentra en el otro extremo de la base del triángulo. Usted no puede decir que ama a Dios, y que odia o detesta a su hermano. Esto es absolutamente imposible, y el apóstol Juan, más adelante, dejará bien en claro esta verdad,
Para conectarnos mejor con nuestra lectura de hoy leamos nuevamente el versículo 14 de este segundo capítulo, que dice:
"Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno."
La primera frase, es igual a la del versículo 13 y en ella el apóstol no añadió nada a lo dicho anteriormente, porque uno no puede ir más lejos en este tema, Como lo expresó el apóstol Pablo en su carta a los Filipenses 3:10, 10Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte, Ese mismo conocimiento es lo que convierte a alguien en un "padre" en la esfera de Cristo.
Estimado oyente, ¿cómo llega uno a conocer a alguien? Viviendo con esa persona día tras día. Ese es el conocimiento que alcanzan, por ejemplo, algunos matrimonios de cierta antigüedad, ya que la convivencia diaria es una fuente de conocimiento que aumenta progresivamente con el transcurso de los años.
Ahora bien, ¿cómo vamos a conocer al Señor Jesucristo? Estimado oyente, la única forma en que usted puede conocerle es en la Palabra de Dios. Allí es donde El se revela. Muchos piensan que por asistir a un estudio Bíblico una vez por semana o de vez en cuando ya están activamente implicados en el camino que conduce a la santidad. Pero la Palabra de Dios es como el alimento. Así como uno no puede alimentarse físicamente comiendo una vez por semana, porque se producirá un grave decaimiento en su cuerpo, en el ámbito espiritual sucede lo mismo. Por tal motivo insistimos en la necesidad de estudiar un poco la Biblia todos los días, por supuesto, cada uno dentro del tiempo y posibilidades de que disponga. En este sentido, este programa de radio pretende estimular ese estudio diario, ordenado y regular, que abarque en un período concreto de tiempo, toda la Biblia. Es que la Palabra de Dios es el Pan de Vida. Si hemos de conocer a Cristo, debemos convivir con El en Su Palabra, a medida que experimentamos las alegrías y aflicciones de esta vida.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 9 EPISODIO
1 Juan 2:16-19 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 2:16-19
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Hemos comenzado este capítulo con la segunda gran división de esta epístola, titulada "Dios es ...amor", que se extiende desde el capítulo 2:3 hasta el capítulo 4:21. En esta división, la primera sección considerada lleva el título "Como los hijos amados pueden tener comunión entre sí" (versículos 3 al 14). Y ahora nos encontramos en la segunda sección, titulada "Los hijos amados no deben amar al sistema del mundo", que abarca desde el versículo 15 hasta el 28 de este capítulo 2.
En nuestro programa anterior nos preguntamos: ¿a qué mundo se refería Juan? La palabra Griega para "mundo" aquí es "kosmos". Tiene que ver con el sistema del mundo, el sistema organizado encabezado por Satanás, que deja fuera a Dios y en la actualidad se opone a Él. A ese aspecto del mundo se refirió el apóstol al decir que no teníamos que amarlo, es decir, estaba señalando a ese mundo organizado en contra de Dios.
Recordemos la segunda frase del versículo 15; Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Si una persona está viviendo de acuerdo con los valores de la multitud que sigue al enemigo de Dios toda la semana, y después, el domingo, se une a la multitud que sigue al Señor, es evidente que el amor a Dios el Padre no está en ella.
En Romanos 7 Pablo describió su propia lucha como cristiano y la expresó de la siguiente manera: 18Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no habita el bien, porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que está en mí. Así que hay un conflicto real en el corazón del cristiano mientras éste se encuentre en el mundo conviviendo con esa vieja naturaleza viciada por el pecado. Esa vieja naturaleza se dirige con naturalidad hacia el mundo en que vivimos: está perfectamente integrada en el programa del sistema mundano.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 10 EPISODIO
1 Juan 2:19-22 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por el ...
1 Juan 2:19-22
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por el capítulo 2 de la Primera Epístola del Apóstol Juan. En nuestro programa anterior comenzamos a comentar el versículo 19, que ...leeremos nuevamente ahora, y que dice:
"Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestara que no todos son de nosotros."
Vemos aquí la severa frase de Juan en este versículo 19: Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Esta debió parecer una declaración dura, incluso cruel, pero resultó ser una afirmación veraz y real. Había muchos que en su momento hicieron una profesión de su fe cristiana, cumplían exteriormente las formalidades del culto cristiano en la Cena del Señor pero no eran realmente cristianos y, tarde o temprano, se ponían en evidencia.
Recordemos que cuando, en la última cena, el Señor les comunicó a los suyos que uno de ellos le iba a traicionar, cada uno preguntó con angustia, ¿Soy yo, Señor? Entonces, hablando de Judas, El les respondió: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. (Mateo 26:23) Así que justamente allí, en la primera reunión de comunión, había un traidor llamado Judas Iscariote, uno de los que formaba parte del grupo de los fieles discípulos del Señor. En este mismo sentido podemos leer también en Juan 6:70, que el Señor les dijo a Sus discípulos, ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Judas nunca fue otra cosa, aunque parecía un apóstol, actuó como un apóstol, y pareció tener el poder de uno de ellos. Sus compañeros no pudieron identificarlo como un falso apóstol.
En este pasaje que estamos estudiando, Juan hizo una declaración solemne y grave, que bien podría dirigirse a nosotros hoy. Sería bueno recordar que el Señor Jesús le dijo a un hombre muy religioso llamado Nicodemo. Que tendría que renacer, es decir, nacer de nuevo espiritualmente. Aquello noche en que Nicodemo fue a verle le dijo: el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios (como podemos leer en Juan 3:3). Aquí en su primera epístola, el apóstol Juan dijo: salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Exteriormente parecían verdaderos hijos de Dios, pero realmente no lo eran y la verdadera prueba fue, por supuesto, la Palabra de Dios. Este hecho cobra actualidad, pues cada cristiano, cada uno de nosotros, deberíamos preguntarnos: "¿He hecho frente a mis pecados, es decir, los he reconocido a la luz de la Cruz del Señor Jesucristo?" ¿He acudido a Dios con arrepentimiento, confesando mi culpabilidad y reconociendo mi maldad? ¿Me he abandonado a Él, y solamente a Él, para recibir mi salvación? ¿He mostrado evidencias en mi vida de ser un alma regenerada por Dios? ¿Amo yo la Palabra de Dios? ¿Deseo leer o escuchar la Palabra de Dios? ¿Es ella como el pan para mí? ¿Es como un alimento sólido para mí? ¿Es como una bebida para mí? ¿Amo yo a los hermanos? ¿Y amo al Señor Jesucristo? Estos son los factores que necesitamos considerar, estimados oyentes, y la Palabra de Dios nos exige plantearnos estas preguntas en serio.
Después de presentar claramente la justificación por le fe, el apóstol Pablo continuó aclarándola en Gálatas 6:15, al escribir: Porque, en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada ni la incircuncisión, sino una nueva criatura. Uno ni siquiera puede jactarse de la gracia de Dios. Y entre todas las creencias u ordenanzas de la iglesia cristiana en las que usted crea, o que crea y practique, la pregunta esencial es: ¿Ha experimentado usted un nuevo nacimiento, es decir, un nacimiento espiritual? Por ello la cuestión básica a la que tiene que responder es: ¿Es usted una nueva creación en Cristo Jesús?[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 11 EPISODIO
1 Juan 2:23-29 Continuamos hoy, amigo oyente, viajando por esta ...
1 Juan 2:23-29
Continuamos hoy, amigo oyente, viajando por esta Primera Epístola del Apóstol Juan, y estamos en el capítulo 2. Vamos a comenzar con el versículo 23. Aquí Juan nos ...dijo que él ya había identificado el anticristo para nosotros: el anticristo es el que niega al Padre y al Hijo (1 Juan 2:22b). En el versículo 23 dice claramente que uno no puede negar al Hijo sin dejar de negar al Padre. Amigo oyente, la deidad de Cristo es algo esencial para su salvación. Porque si Él no es Dios, el hombre que murió en la cruz hace más de dos mil años, tampoco puede ser su Salvador. De hecho Él ni siquiera podría ser su propio Salvador. Ninguno de nosotros como seres humanos podemos morir el uno por el otro. Fue necesario que Dios se hiciera hombre para que usted y yo pudiéramos tener redención. Por lo tanto, Juan dice aquí en el versículo 23 de este capítulo 2 que estamos estudiando:
"Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre."
Usted puede apreciar, entonces, amigo oyente, que cuando usted dice que cree en Dios y niega la deidad de Cristo, en realidad no está creyendo en Dios. Por lo menos, no cree en el Dios de la Biblia. El Dios de la Biblia es Aquel que envió a Su Hijo al mundo para morir por nuestros pecados. Y ya que el Hijo es Dios, Él solo fue quien pudo realizar un sacrificio satisfactorio ante Dios por nuestros pecados. Si Él hubiera sido otra persona distinta de Dios, Él mismo hubiera sido un pecador. Por eso es tan claro lo que dice en el versículo 23, que leeremos una vez más:
"Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre."
Es necesario que enfaticemos ésta verdad, debido a la gran importancia que tiene. Ahora, continuando con en éste capítulo, vemos que el versículo 24 comienza diciendo:
"Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros."
"El principio" al que hizo referencia Juan se refería a la encarnación de Cristo. Juan les dijo aquí, "lo que habéis oído desde el principio", aquello que habéis oído en cuanto a su encarnación; lo que habéis oído en cuanto a Su vida; lo que habéis oído en cuanto a Su muerte y Su resurrección; en otras palabras, todo lo que habéis oído desde el principio cuando los apóstoles comenzaron a predicar el evangelio, "permanezca en vosotros". El versículo 24 continúa diciendo:
Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Juan dijo que si Usted permanece en Él, ésta es la evidencia de que Usted es un hijo de Dios.
Es esencial, por lo tanto, el tener una fe viva que se apoya en Aquel que vino a esta tierra hace más de dos mil años. En su Evangelio Juan escribió: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1:14a). El Verbo se hizo carne. ¡Cuán tremendo es esto, amigo oyente! "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan 1:18). Nosotros podemos saber acerca de Dios, porque Dios se ha hecho hombre; ésta es la única manera en que usted y yo podemos conocer acerca de Dios. Nosotros podemos ahora conocer acerca de Dios.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 12 EPISODIO
1 Juan 2 (repaso) Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por ...
1 Juan 2 (repaso)
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Y hoy vamos a dar un repaso y echar una mirada retrospectiva al capítulo ...2, que ya concluimos, ya que éste es uno de los grandes capítulos de la Biblia. Un estudiante de un Seminario preguntó en cierta ocasión cuáles eran, según nuestra opinión, los diez capítulos más importantes de la Biblia. Bueno, la verdad es que no se puede contestar mencionando específicamente a sólo diez capítulos, porque habrá algunos que quedarían eliminados, si uno solo escoge diez. Sería prácticamente imposible elegir unos y desechar a otros, porque cuando uno lee a través de la Biblia, cada capítulo llega a ser el mejor capítulo. Pero, entre los más significativos e impactantes debemos incluir al capítulo 2 de la Primera Epístola del Apóstol Juan, porque realmente, éste es uno de los grandes capítulos de la Biblia.
Ahora, el tema más importante de este capítulo es que "Dios es amor". Desde el comienzo nos hace saber que podemos ser "hijos de Dios"; que nosotros podemos tener comunión con Él, a pesar del hecho de que somos débiles, frágiles, de que somos como niños, que podemos tropezar y caer. Pero aún así podemos tener comunión con Él, porque Jesucristo, el Hijo de Dios, continúa limpiándonos de todo pecado. Tenemos un abogado que intercede por nosotros ante el trono del Padre, y Él, Jesucristo, está de nuestro lado.
Al comienzo del capítulo 2, en el versículo 3, leemos que Dios es amor, y este es el corazón mismo de esta epístola, se menciona unas 33 veces, y es importante que recordemos esta afirmación. Ahora, podemos estudiarlo de la siguiente manera.
Cómo "hijitos" podemos y debemos tener comunión los unos con los otros, y eso es "andar" en amor. Es decir, los verdaderos hijitos tienen comunión los unos con los otros; y ciertamente "los hijos" son llamados a vivir una vida diferente. Ellos han recibido una nueva naturaleza. Ahora pueden vivir para Dios. La evidencia de esta nueva vida es la obediencia; esa es la prueba de la nueva vida que hemos recibido; que ahora guardamos Sus mandamientos. Juan nos presentó esto claramente, que no sólo guardamos Sus mandamientos, sino también Su Palabra. Guardar Su Palabra quiere decir, que estamos dispuestos a ir mucho más allá de lo que Él nos ha mandado. La obediencia, por tanto, es la prueba de la nueva vida en nosotros, los hijos.
Aquí se nos presenta la diferencia que existe entre la ley y la gracia de Dios. La ley de Dios dice que si el hombre la cumple, entonces vivirá. Pero la gracia es lo opuesto a esto. La gracia de Dios hace posible que si el hombre cree, entonces vivirá. Es decir, es un acercamiento diferente hacia la misma meta, pero el problema es que la ley nunca dio resultado con el ser humano, porque su vieja naturaleza hace imposible el poder complacer a Dios. Como pecamos, todos estamos destituidos de la gloria de Dios. La verdadera prueba es esta pregunta: ¿disfruto yo al buscar y hacer la voluntad de Dios? ¿Amo Sus mandamientos? Si usted es un hijo de Dios, entonces, tiene una nueva naturaleza. Ahora usted quiere complacerle a Él en todo, quiere honrarle con acciones y actitudes que Cristo aprobaría. Usted ahora anhela las cosas espirituales.
No podemos hablar en que tenemos comunión con Dios y los demás creyentes, y al mismo tiempo estar viviendo en el pecado. El escritor del libro de los Proverbios lo expresó claramente en el capítulo 28, versículo 13, cuando dijo: el que encubre sus pecados no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Sabemos, y la Palabra de Dios lo confirma, que la sangre de Jesucristo nos limpia, por cierto, de todo pecado. Pero también afirma que no podemos andar y vivir en el pecado, y tener, al mismo tiempo, comunión con Dios, y con los demás creyentes. Si usted y yo vivimos una vida que honra el evangelio de Jesucristo, tenemos la seguridad de ser hijos de Dios y por lo tanto deseamos ser obedientes a Él. En el evangelio según San Juan, capítulo 14 y versículo 15, dijo Jesús: Si me amáis, guardad mis mandamientos. Podemos afirmar sin lugar a dudas, que podemos saber si somos un hijo, una hija de Dios. Esta no es una afirmación audaz, ni jactanciosa, y no es arrogancia. No es tener demasiada confianza, no es un auto-engaño, o una ilusión. No es una proclamación de orgullosa soberbia, sino todo lo contrario, es una afirmación que hacemos con toda humildad.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 13 EPISODIO
1 Juan 2:29-3:4 Continuamos hoy, amigo oyente, recorriendo la Primera ...
1 Juan 2:29-3:4
Continuamos hoy, amigo oyente, recorriendo la Primera Epístola del Apóstol Juan y llegamos al capítulo 3. Pero antes vamos a retomar nuestro comentario a partir del versículo 29, ...último versículo del capítulo 2, uniéndolo con los 3 primeros versículos del capítulo 3, porque forman un párrafo que titulamos "El amor del Padre por Sus hijos". Leamos entonces el versículo 29 del capítulo 2 de 1 Juan:
"Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él."
Esta es la prueba final, la prueba de tornasol, que se coloca en la solución para determinar si es ácido o es base. Esa prueba con toda seguridad lo aclarará en cada caso. La Palabra de Dios es la verdadera prueba. En efecto, el apóstol Juan estaba diciendo que los hijos de Dios se parecen al Padre, salen a su Padre. Si no se parecen a su Padre, no serán hijos de Él. Se trata de una realidad tan sencilla como esta. Y así llegamos al
1 Juan 3
Tema: Como pueden los hijos amados de Dios conocerse entre sí y convivir; el amor del Padre por sus hijos; las dos naturalezas del creyente en acción.
Cómo pueden los hijos amados de Dios conocerse entre sí y convivir
Como ya indicamos, el último versículo del capítulo 2 está unido a estos 3 primeros versículos del capítulo 3. En la primera carta de Juan 2:29 leemos: 29Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él. Una cosa es testificar que conocemos a Cristo y que estamos unidos a Él, y otra cosa es el tener una vida que revele que Él es nuestra justicia. En otras palabras, es maravilloso conocer nuestra posición de que estamos en Cristo y que somos aceptados en el Amado. Pero es algo completamente diferente el tener una vida aquí en la tierra que se corresponda con esa verdad. Lo que el apóstol estaba diciendo es que la forma en que reconocemos a otros creyentes es a través de sus vidas, y no por sus labios. La justicia es una característica familiar del Padre y de sus hijos. Los hijos de Dios se parecen a su Padre y tienen sus características. Pero, notemos lo que el escritor dijo aquí en el versículo 1 del capítulo 3, que encabeza un párrafo que hemos titulado
El amor del Padre por sus hijos
"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;, por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él."
Aquí tenemos una destacada afirmación del apóstol Juan. Escuchemos este versículo, traducido por otra versión. "¡Fijaos qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llama hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a El."
Lo que él estaba diciendo es que nosotros no esperamos llegar a ser hijos de Dios, sino que somos hijos de Dios, ya lo somos. El creyente puede decir enfáticamente: "Yo soy un hijo de Dios a través de la fe en Cristo Jesús". Es decir, que no tenemos una esperanza de serlo, no esperamos poder llegar a serlo, pero el hecho emocionante es que cada creyente puede alegrarse y darle gracias constantemente por ser un hijo de Dios. Nos jactamos, no de nosotros mismos, sino por la realidad de tener un pastor extraordinario. Juan dejó bien en claro que si usted es un hijo de Dios, es decir, que ha renacido espiritualmente, va a exponer una vida que se somete y se adapta a su Padre celestial.
El versículo 1 comienza con esta reflexión: Mirad cual amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios. La clase de amor de la cual el apóstol estaba hablando era un tipo extraño de amor, un amor fuera de lo normal, una clase de amor a la que no estamos acostumbrados. Dios nos ama. ¡Qué gran amor nos ha dado el Padre! El amor de Dios, es decir, Su amor por nosotros, ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Y Juan continuaría explicándonos que Dios había demostrado Su amor entregando a Su Hijo para morir por nosotros. ¿Cuántos de nosotros tendríamos a alguien que estuviera dispuesto a morir por nosotros? ¿Por cuántas personas estaría usted dispuesto a morir? En cuanto a Dios, El le ama, y ha demostrado Su amor, El entregó a Su Hijo para que muriera por usted.
El amor de Dios es la mayor fuerza motivadora del mundo. El amor constituye la mayor energía e impulso en la familia humana. Un hombre se enamora de una mujer, o una mujer de un hombre, y como resultado, están dispuestos a realizar los más grandes sacrificios el uno por el otro. Cuando el amor humano es genuino, es una experiencia maravillosa, noble, pura, a la vez que un impulso dinámico. Pero el amor de Dios por Sus hijos sobrepasa cualquier experiencia que pueda experimentar un ser humano.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 14 EPISODIO
1 Juan 3:1-9 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 3:1-9
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Quizá usted haya observado que estamos haciendo algo nuevo, diferente, en los últimos estudio de ...la Palabra de Dios. Estamos estudiando la Primera Epístola del Apóstol Juan, y al explicar el texto que nos ocupa, regresamos a los anteriores estudios, como si fuéramos agricultores, que primero preparan la tierra con el arado, para después, en nuestro siguiente programa plantar la semilla. Hoy queremos comenzar a plantar la semilla, en este tercer capítulo de la Primera Epístola del Apóstol Juan. Hay dos cosas que quisiéramos enfatizar y que son de suma importancia; leemos en el primer versículo de este capítulo 3, que dice:
"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;, por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él."
En muchos manuscritos, después de decirnos: "que seamos llamados hijos de Dios", se agrega: "y lo somos". ¡Sí! Podemos afirmar que nosotros somos hijos de Dios, los que por fe hemos aceptado a Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador. El aceptar por fe el sacrificio de Cristo en la cruz nos convierte en "hijos de Dios". Pero este nuevo nacimiento espiritual, el mundo, es decir el resto de la humanidad, no lo comprende, y le parece presunción, arrogancia y soberbia.
Lo importante aquí es que, el hijo de Dios puede decir sin lugar a duda: "Yo soy un hijo de Dios por medio de la fe en Jesucristo". Ya lo somos en el PRESENTE! No es que esperamos serlo en algún futuro más o menos próximo. Emociona saber, amigo oyente, que como hijos de Dios, pertenecemos a la familia de Dios. Nuestra decisión por seguir a Cristo, nos da el derecho de presentarnos ante Él, en cualquier momento y circunstancia, para adorarle, honrarle con nuestras alabanzas, como también presentarle nuestras necesidades y peticiones. Afirmar que somos hijos de Dios no significa pecar de soberbia o de orgullo espiritual. No llegamos a ser hijos de Dios por nuestros propios méritos, por muchas buenas obras y generosos gestos que podamos tener. Los hijos de Dios sólo podemos afirmar con humildad que la gracia del perdón de nuestros pecados se acepta como un regalo, no merecido, por parte de Dios. Así que, sólo nos podemos jactar del maravilloso Salvador que tenemos, Cristo Jesús.
Otro aspecto que necesitamos destacar aquí, es que Juan ha presentado de una manera muy clara el pensamiento de que si somos hijos del Dios Altísimo, y hemos nacido de nuevo, entonces vamos a exhibir una vida que se conforma e imita a la del Padre; es decir, un hijo de Dios tendrá deseos de vivir una vida que haga creíble su fe en Jesucristo, y andar en luz, porque Cristo es la luz.
Volvamos al texto que nos ocupa hoy. Juan dijo: "Ahora mismo somos hijos de Dios", en el versículo 2 de este capítulo 3. Leamos todo el versículo 2:
"Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es."
El mundo, la humanidad, la sociedad que nos rodea, no puede comprender esto, de eso estamos seguros, porque no comprendió a Jesús. Es necesario tener un discernimiento espiritual, y ese es el ungimiento del cual hablamos en un programa anterior. Él nos ha dado una unción, y el Espíritu de Dios, que nos sella o marca como exclusiva propiedad de Dios es el que nos revela esta verdad tan profunda. Sólo el Espíritu de Dios, amigo oyente, puede hacer eso. El Espíritu de Dios puede y quiere quitarle las vendas de los ojos de su alma, darle entendimiento y comprensión de verdades espirituales que usted jamás ha soñado poder discernir. El Espíritu Santo es el que confirma esta certeza, de que usted es un hijo de Dios, en su corazón, y lo confirma a su corazón, y usted sabrá con absoluta confianza que es salvo, limpio y lavado, por la sangre que Cristo vertió en la cruz por amor.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 15 EPISODIO
1 Juan 3:8-12 Volvemos hoy, amigo oyente, al capítulo 3 de la Primera ...
1 Juan 3:8-12
Volvemos hoy, amigo oyente, al capítulo 3 de la Primera Epístola del Apóstol Juan. Vamos a comenzar nuestro estudio hoy, con el versículo 8, aunque en nuestro programa ...anterior habíamos llegado ya hasta el versículo 9. Pero creemos que sería mejor comentar nuevamente el versículo 8 para relacionarlo con el párrafo que estudiaremos hoy. Leamos pues el versículo 8 de este tercer capítulo de 1 Juan:
"El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo."
Juan fue muy claro en su afirmación: El que practica el pecado es del diablo. Tenemos que reconocer que el diablo es el origen de todo pecado. Él es el responsable de que el pecado se haya introducido en el mundo. Él fue el que condujo a nuestros primeros padres al pecado. Él fue la razón por lo cual usted y yo tenemos hoy una naturaleza pecaminosa. Recordemos que el Señor Jesucristo le dijo a los líderes religiosos de Su tiempo: Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer (como podemos leer en Juan 8:44). Lo interesante es que, nosotros nos parecemos a nuestro padre. Ahora, si su padre es el diablo, entonces usted se va a comportarse como él. Pero si su padre es el Padre Celestial, entonces usted tendrá Su naturaleza divina y va a actuar como El.
Este versículo 8 dice también porque el diablo peca desde el principio, Él comenzó a pecar entonces, y lo ha estado haciendo desde el principio. Él se encuentra en rebelión contra Dios.
Ahora, Juan añadió: Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Estimado oyente, solo Jesucristo puede liberarle. Acuda usted a El. No acuda a nosotros porque ni nosotros, ni ninguna persona puede ayudarle en asunto tal personal. Pero El sí puede hacerlo. El es el gran médico y nosotros le rogamos encarecidamente que se dirija a El con su problema.
El Señor Jesucristo murió por los pecados del mundo. Juan el Bautista dijo He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. (Juan. 1:29). El removió el castigo del pecado. Desde el momento en que usted confía en Cristo, sus pecados quedan detrás de usted y usted es salvo al estar unido a Cristo. Esos pecados nunca serán sacados a relucir en lo que a su salvación se refiere, porque usted ha confiado en Él. Pero aquí se nos dice también que el Señor Jesús no sólo quita nuestro pecado sino que apareció para quitar nuestros pecados, - y aquí hablamos en plural. En El no había pecado - El no tenía una naturaleza pecaminosa. La carta a los Hebreos en 7:26 dice: 26Tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores Pero El era un ser humano y murió como nuestra ofrenda por el pecado, pagando el castigo por nuestro pecado. Pero el apóstol Juan también dijo, en el versículo 5 de este tercer capítulo de su carta, que él apareció para quitar nuestros pecados. Y la palabra "nuestros" no aparece en los mejores manuscritos del Nuevo Testamento, así que esta frase dice literalmente "apareció para quitar los pecados", es decir, para quitar los pecados de todos los creyentes. En otras palabras, El murió para hacer posible que usted y yo viviéramos la vida cristiana.
Y con esta reflexión, entramos al tema de esta sección que se extiende desde el versículo 4 hasta el 24; cada creyente tiene dos naturalezas. Este fue el tema que el apóstol Pablo trató extensamente en Romanos, capítulo 7, versículo 19, donde escribió: 19No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Es decir que la nueva naturaleza desea hacer el bien, pero la vieja naturaleza ejerce aun el control. La nueva naturaleza no servirá a Dios, porque se encuentra en rebelión contra El. Y también en Romanos 8, versículos 7 y 8 el apóstol, expresado en otra traducción dijo: "La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios". Usted no podrá agradar a Dios hasta que haya nacido de nuevo. Y en el mismo capítulo 8 de Romanos, pero en el versículo 9 Pablo les dijo a sus lectores que ellos no vivían según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si el Espíritu de Dios vivía en ellos. Y añadió que si alguno no tenía el Espíritu de Cristo, no era de Cristo. Está claro que el apóstol estaba hablando de creyentes que habían nacido de nuevo espiritualmente, y no de individuos que eran meramente cristianos profesantes aunque figurasen como miembros de una iglesia, que hubieran sido bautizados sin haber sido salvos previamente, y que cumplen los rituales del sistema. Este pasaje se refiere claramente a aquellos que han experimentado un nuevo nacimiento espiritual.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 16 EPISODIO
1 Juan 3:13-17 Examinando el Bosquejo General que presentamos en la ...
1 Juan 3:13-17
Examinando el Bosquejo General que presentamos en la introducción, recordemos que esta epístola podía ser esquematizada en 3 divisiones principales. La primera se titula "Dios es Luz", y ...abarca desde al capítulo 1:1 hasta el capítulo 2:2. La segunda parte se titula "Dios es amor", y abarca desde el capítulo 2:3 hasta el capítulo 4:21, Y la tercera división, se titula "Dios es vida", y constituye el capítulo 5.
En este momento de nuestro estudio nos encontramos en la segunda parte o división, titulada "Dios es amor", en la que principalmente se trata el tema de las dos naturalezas del creyente en acción; nos referimos a la vieja naturaleza pecaminosa, y a la nueva naturaleza.
Vamos a repasar algunos puntos de nuestro estudio anterior que constituyen en cierta medida la base de nuestro estudio de hoy.
El Señor Jesucristo dijo: Yo soy la vid, vosotros los sarmientos, o vástagos de la vid. 2Todo sarmiento que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.. (1 Juan. 15:1 y 2). Él quiere que produzcamos fruto, pero también dijo que nos podaría. Y Dios nos poda para que produzcamos un fruto mejor. La vieja naturaleza a veces produce algo parecido al fruto, pero en realidad son obras de la naturaleza carnal, que no constituyen un fruto atractivo, ni para jactarse de él.
En el versículo 10 dice: En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo. O sea, que uno puede diferenciarlos por el fruto que producen. El Señor Jesús dijo: Por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:20) Se da por sentado que deberíamos encontrar algo de fruto en nuestra vida y en la de otros creyentes. En esta carta de 1 Juan 3:10, el apóstol nos presentó dos señales claras para identificar a un verdadero hijo de Dios.
Dice también el versículo 10 todo el que no hace justicia no es de Dios. Indiferentemente de quien sea o qué profesión tenga, si una persona no está tratando de vivir para Dios, no es una hija de Dios. No importa cuan activa sea persona o incluso si desempeña responsabilidades en una congregación cristiana, si no tiene esa señal de identificación, si no practica la justicia, no pertenece a Dios. Se trata de una afirmación dura, pero Juan la pronunció bajo el control del Espíritu Santo.
Y la segunda señal de identificación es que si no ama a su hermano, tampoco es de Dios. ¿Ama usted a otros cristianos? Si es un hijo de Dios los va a amar de una forma natural.
De paso, digamos que la palabra "amor" se mencionará una y otra vez en esta epístola, y debemos tener una comprensión adecuada de ella aquí al principio de esta carta. Hay tres palabras griegas que se traducen por la palabra "amor". Una de ellas es "eros", y nunca se utilizó en el Nuevo Testamento. Se refiere al amor erótico, al aspecto del sexo. Los griegos hablaron mucho sobre este tema, ya que tenían al dios Eros y a la diosa Afrodita, cuya adoración implicaba al sexo. La segunda palabra, "fileo", significa amistad. Se refiere, por ejemplo, al amor entre hermanos, a un amor fraternal. La tercera palabra, es de un nivel superior, es "ágapao". Ese es el amor de Dios, expresada, por ejemplo en la frase Porque de tal manera amó Dios al mundo, que encontramos en Juan 3:16. Esta fue la palabra que Juan usó aquí en este pasaje para decirnos que teníamos que amar a los hermanos. En el presente, oímos hablar tanto en cuanto al amor, pero en muchos casos, se presenta asociado con el sexo, énfasis que no encontramos en la Biblia.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 17 EPISODIO
1 Juan 3:17-4:1 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por ...
1 Juan 3:17-4:1
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Para situarnos en el Bosquejo General que presentamos en la introducción, diremos que nos encontramos ...en la segunda gran división de esta epístola, titulada "Dios es amor", que se extiende desde el capítulo 2, versículo 3, hasta el capítulo 4, versículo 21. Y dentro de esta división nos encontramos en el párrafo que nos presenta a las dos naturalezas del creyente en acción. Dejamos nuestro programa anterior en el capítulo 3 y vamos a reanudar nuestro estudio a partir del versículo 17. Comentando el versículo 16, destacábamos lo siguiente. Este ha de ser nuestro ejemplo---la forma en que Dios amó. ¿Y cómo amó Dios? Pues entregando a Su Hijo. Esta fue la norma que el apóstol colocó ante nosotros.
Y añade el versículo, la conclusión: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. No sé en cuanto a usted, amigo oyente, pero algunos no hemos alcanzado ese nivel en nuestra vida. ¿Sabe usted cuántos expondrían o entregarían sus vidas por usted? ¿Y cuántos de nosotros estaríamos verdaderamente dispuestos a arriesgar o entregar nuestras vidas por otra persona? Hoy no vemos este espíritu, esta actitud puesta en evidencia como debiera ser.
Esa fue la verdadera prueba de que Dios nos ama; entregó a Su Hijo a morir por nosotros. Bueno, esta fue la norma; El es nuestro ejemplo. Y Juan dijo que, en consecuencia, nosotros tendríamos que estar dispuestos a entregar nuestras vidas por los hermanos, Hasta que usted y yo lleguemos a ese alto nivel, no estamos poniendo en evidencia el amor que deberíamos tener por los hermanos.
Ahora bien, ¿cómo se hace realidad este amor en acción? Leamos el versículo 17 de este tercer capítulo de 1 Juan:
"Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?"
El apóstol Juan estaba diciendo que el amor no es simplemente un sentimiento; es algo que se expresa a sí mismo en acción. El apóstol Santiago también tuvo mucho que decir sobre este tema en su epístola. En ella, en el 2:15-16, escribió lo siguiente: 15Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Lo que él está diciendo aquí es que el amor no es un sentimiento. Es como si un hermano que está pasando por una necesidad se acerca a otro y toda la respuesta que recibe es "hermano, voy a orar por usted". Lo verdaderamente importante es si nuestro amor se pone en evidencia en lo que estamos haciendo o no. Resultaría trágico que, habiendo tenido en esta tierra toda abundancia de bienes materiales, muchos creyentes lleguen ante la presencia de Cristo sin haberlos utilizado para la causa de Cristo.
El amor verdadero se pone en acción. Podemos verlo en un hogar, en el contexto de la situación familiar, donde el amor se demuestra en los hechos, en el esfuerzo personal de cada uno para procurar el máximo bienestar de toda la familia, tanto en gestos, trabajos, grandes y pequeños detalles y en la preocupación compartida por las necesidades comunes.
¿Pero qué diremos del amor de los creyentes? Que debería expresarse también poniéndose en movimiento, en acción: Debería comenzar haciendo cosas los unos por los otros. Hasta que ese amor no se dé en la realidad de la vida diaria, será la mayor demostración de hipocresía. Uno expresa su amor por los hermanos por medio de lo que hace por ellos, no por lo que les dice. En este sentido, nuestra lengua es buena y rápida para correr y llegar más lejos que nuestras manos y pies. Pero el verdadero cristianismo es un asunto del corazón y, dicho de forma realista, no de la cabeza o la lengua. En este pasaje el apóstol Juan nos dijo, de forma definitiva, que si somos hijos de Dios, expresaremos esta clase de amor.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 18 EPISODIO
1 Juan 4:1-3 Al finalizar nuestro programa anterior nos encontrábamos ...
1 Juan 4:1-3
Al finalizar nuestro programa anterior nos encontrábamos comentando el versículo 1 de este cuarto capítulo. Recordemos que en el Bosquejo general que presentamos en la introducción a este ...libro, hicimos unas reflexiones sobre este primer versículo de este capítulo, que da comienzo al párrafo titulado "Advertencia a los maestros falsos". Este era uno de los párrafos incluidos en la tercera sección de esta segunda parte de la epístola, parte titulada "Dios es Amor". La citada tercera sección se titula "Como los hijos amados de Dios pueden conocerse unos a otros y convivir", que se extiende desde el capítulo 2:29 hasta el capítulo 4:21.
A modo de repaso diremos que la primera parte de esta epístola se titula "Dios es Luz", abarca desde el capítulo 1:1 hasta el capítulo 2:2. La tercera y última parte, que aun no hemos comenzado, se titula "Dios es Vida", y está incluida en el capítulo 5:
Volvamos pues a considerar este capítulo 4 desde el principio, recordando que trata los siguientes temas: Advertencia contra los maestros falsos; y Dios es amor, lo cual implica que los hijos amados de Dios se amarán unos a otros. Hemos titulado a este primer párrafo:
Advertencia contra los maestros falsos
Al llegar a este capítulo 4, nos encontramos ante una sección difícil de las Sagradas Escrituras. Una de las razones es que estamos ante el mundo espiritual, del cual no se conoce mucho. La segunda razón es que al tratar este tema es como si uno se encontrara en el territorio del Diablo.
Este es un pasaje muy importante de la Biblia, Y existe el peligro de que alguien pierda el control, pretenda alcanzas ciertas profundidades en el estudio de este tema, se precipite en expresar sus opiniones y se convierta en una persona fanática. Creemos que algunos cristianos manifiestan una preocupación anormal por el mundo de lo oculto y misterioso, que consideramos peligrosa. Pero necesitamos saber lo que la Biblia enseña sobre este tema.
En los primeros 6 versículos de este capítulo, Juan pronunció una advertencia contra los maestros falsos. El nos dejó esta advertencia, habiendo simplemente establecido el hecho de que se nos ha dado el Espíritu de Dios y que se nos ha dado la unción para entender las cosas de Dios. Leamos entonces el primer versículo de este cuarto capítulo de 1 Juan:
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo."
Como ya dijimos, estamos tratando aquí el tema del mundo de los espíritus y la Biblia tiene mucho que decir al respecto. Por ejemplo, en el Salmo 104:4 leemos lo siguiente: el que hace a los vientos sus mensajeros y a las llamas de fuego sus ministros. Este versículo fue citado en la carta a los Hebreos 1:7, de la siguiente manera: Y ciertamente, hablando de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. Y un poco más adelante en este primer capítulo de Hebreos leemos, en el versículo 14. 14¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? Nunca hemos visto a un ángel y el Profesor McGee cree personalmente que los ángeles no tienen un ministerio para la iglesia en el día de hoy, porque cree que, ya que somos habitados por el Espíritu Santo, esa situación no puede ser mejorada. El profesor prefiere a un ser que no fue creado, como el Espíritu Santo, que a un ángel, que fue creado, para que le siga a todas partes y le sirva. El cree que necesitamos colocar el énfasis sobre el ministerio del Espíritu Santo en nuestros corazones y en nuestras vidas.
Pero no solamente hay ángeles buenos que sirven a Dios, sino que están también los ángeles caídos. A ellos también se los llama espíritus en las Sagradas Escrituras. Los Evangelios hablan con frecuencia del hecho de que en los días del ministerio de Cristo en la tierra, fueron considerados "espíritus inmundos". Y para hablar de ellos suele utilizarse la palabra "demonios", porque la Biblia utiliza ese término.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 19 EPISODIO
1 Juan 4:4-9 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la ...
1 Juan 4:4-9
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la Primera Epístola del Apóstol Juan, y regresamos a esta sección de la cual se ha dicho que ofrece ciertas dificultades ...pero que, con la ayuda de Dios y su Espíritu, vamos a afrontar para su mayor comprensión.
En los primeros seis versículos del capítulo cuatro que estamos estudiando Juan presentó un tema con el cual nos alertó, con una luz roja. Una señal de alerta, de precaución, como si quisiera decirnos "stop, para, observa y escucha". Anteriormente Juan ya nos dijo que debemos ejercitar el amor con juicio y discernimiento, que quiere decir, ejercitar el amor con sabiduría, que los creyentes en Cristo, deben amarse los unos a los otros. En los días de Juan, en el primer siglo después de Jesucristo, ya había falsos profetas. La advertencia es clara: debemos cuidarnos de los falsos maestros, y de los falsos profetas que también están presentes en el mundo actual. La característica que identifica a esos falsos profetas y falsos maestros, es que niegan la divinidad de Cristo, y cuando se rechaza la encarnación y la deidad de Cristo, entonces, consecuentemente, se está negando Su obra de expiación por nuestros pecados en la cruz. Negar que Jesucristo es el Hijo de Dios, o reducirlo a una figura histórica más o menos interesante, es negar su deidad.
Juan enfatizó y ocupó tiempo en advertirle a los hijos de Dios que permanezcan en alerta para no ser engañados. La pregunta sería : "Cómo puedo distinguir una enseñanza verdadera de una falsa?" Hay personas que preguntan si pueden ser cristianos pero sin aceptar el nacimiento virginal de Cristo Pero si negamos su nacimiento de la Virgen María, destruimos y negamos su sacrificio redentor en la cruz, como también su muerte por los pecados del mundo. Pero, además, también negamos su resurrección física, en otras palabras, aniquilamos y destruimos la fe cristiana. Cuestionar y negar el nacimiento virginal de Cristo, por lo tanto, es negar Su deidad, y en esto se revela una enseñanza falsa. Leamos el versículo 4 de este capítulo 4 de la Primera Epístola del Apóstol Juan; dice:
"Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo."
No hay ninguna razón para que usted sea engañado ingenuamente por la enseñanza satánica que niegan la deidad de Cristo. Conocemos a personas que ridiculizaban y se burlaban de lo que ellos llamaban "leyendas y historias fantásticas muy imaginativas" sobre el nacimiento virginal de Cristo, y su deidad como Hijo de Dios, pero que un día, al enfrentarse sinceramente con Cristo, le aceptaron como su Salvador. Ocurrió lo que llamamos "un nacimiento espiritual" y entonces experimentaron, como si se cayera una venda de los ojos que les impedía ver, y vieron la luz de la Verdad. ¿Qué había pasado? Bueno, en el momento de aceptar e invitar a Cristo a nuestro corazón, y pedirle que nos limpie de todo pecado con su sangre, el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, vine a ocupar el gran vacío de nuestra alma, es decir, comienza a morar dentro de nosotros. Por esto Juan dijo: Y mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
No hay pues, ninguna excusa para que usted sea engañado por falsos maestros o falsos profetas. Para tener la certeza de la verdad sólo nos hace falta ir a Dios en oración, y pedirle que el Espíritu Santo nos guíe y enseñe. Si usted está en comunión con Dios, es decir, si tiene una relación personal con Cristo, el Espíritu de Dios le va a aclarar muchas dudas, le guiará y le enseñará. En cierta ocasión, una oyente de este programa, nos criticaba mucho e, incluso, nos ponía en ridículo. Ella pertenecía a una conocida secta falsa, y sinceramente pensaba que nosotros decíamos algo que estaba en contradicción con lo que a ella le habían enseñado. Pero, esta oyente comenzó a leer y estudiar la Palabra de Dios con la intención de rebatir las enseñanzas del programa, y ocurrió el milagro: sus ojos fueran abiertos por la luz de La Palabra de Dios. El Espíritu de Dios estaba guiándola para enseñarle. Recordemos otra vez la afirmación de Juan; "Porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo."[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 20 EPISODIO
1 Juan 4:7-11 Llegamos así al último párrafo de la segunda gran parte ...
1 Juan 4:7-11
Llegamos así al último párrafo de la segunda gran parte de esta epístola, parte que se titula "Dios es Amor", que se extiende desde el capítulo 2:3 hasta ...el capítulo 4:21. Esta segunda parte tenía a su vez 3 secciones tituladas sucesivamente "Como los hijos amados pueden tener comunión y compañerismo los unos con los otros" (2:3-14); "Los hijos amados de Dios no deben amar al sistema del mundo" (2:15-28) y "Como los hijos amados de Dios pueden conocerse entre sí y convivir" (2:29-4:21). Y el último párrafo al cual nos referíamos y que comenzamos hoy se titula
Dios es amor: Los hijos amados se amarán entre sí
Y abarca desde este capítulo 4:2-21). Leamos entonces el versículo 7, que da comienzo a este párrafo:
"Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios."
El versículo comienza con esta importante recomendación: Amados, amémonos unos a otros: ¿Por qué? Y el escritor responde porque el amor es de Dios. Prestemos atención a lo que el apóstol estaba diciendo. El acababa de pronunciar una advertencia contra los maestros falsos, que no debían ser amados - y es bueno aclarar esto. Ellos habían escogido libremente el error. Estaban actuando como siervos del diablo. Por quienes debemos orar es por los hijos de Dios, y por el pecador que pueda volverse a Cristo si simplemente podemos comunicarle el mensaje de la Palabra de Dios. Habiendo hecho esta advertencia contra los maestros falsos, Juan retomó a continuación al tema de esta sección: los creyentes deben amarse entre sí.
Reiteramos que en el tratamiento de este tema la palabra utilizada para amor no es la palabra "eros". Juan no estaba hablando del aspecto del sexo. A través de toda esta sección, la palabra para amor fue "ágape". No se trata de un sentimiento superficial, ni sexual, ni social. Es un amor sobrenatural. Es aquello que el espíritu Santo puede poner en nuestros corazones, y que solo el Espíritu de Dios puede hacer real en nosotros. Es el amor de Dios, y solo el Espíritu de Dios puede capacitarnos para extender este amor a otros.
Esta no es la clase de amor que uno tiene por amigos con quienes le agrada estar. Nos tememos que este versículo ha sido mal interpretado y usado por muchos. Ágape es la forma de amor más elevada, y está por encima del amor sexual, por encima de cualquier sentimiento que pueda darse en las relaciones humanas, como el amor entre jóvenes enamorados, marido y mujer, padres e hijos, o de hermanos y otros familiares entre sí. El amor Ágape referido aquí es el derramado en nuestros corazones por el Espíritu de Dios, que nos permite amar a otros creyentes.
Dice también este versículo 7: Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. Esta expresión constituye una aproximación al tema desde un punto de vista humano. Cuando uno encuentra a una persona que dice que es creyente, y descubre que él o ella le aman a uno, y que aman a otros hermanos, uno puede saber que tal persona es un hijo de Dios, es decir que ha experimentado un nuevo nacimiento espiritual. Ahora, el versículo 8 dice:
"El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor."
Aquí tenemos otro test, otra prueba que determina si uno es o no es un hijo de Dios. Esta afirmación tajante, terminante, nos lleva a una gran pregunta. ¿Ama usted a otros creyentes?
Alguien quizás podría responder, "bueno, yo puedo amar a algunos creyentes" Esta es una respuesta positiva que indica que usted se está moviendo en la dirección correcta. Hay algunos creyentes que, humanamente hablando, son muy difíciles de amar, pero creemos que podemos pedir la ayuda de Dios, para que El por Su Espíritu derrame en nuestro corazón ese amor sobrenatural que, desde un punto de vista humano, nosotros no podemos lograr. Podemos comenzar a intentarlo sintiendo por ellos una cierta preocupación, pues no estamos hablando aquí de expresiones de afecto o meramente emocionales.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 21 EPISODIO
1 Juan 4:12-21 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la ...
1 Juan 4:12-21
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan, y reanudamos nuestro estudio en el capítulo 4. El versículo 11 nos había presentado el ...supremo ejemplo del amor de Dios con estas palabras 11Amados, si Dios así nos ha amado, también debemos amarnos unos a otros. El Señor Jesucristo pudo decir aun desde la cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34). Esteban, el primer mártir de la iglesia, en el momento de su muerte dijo lo mismo. ¿Puede usted perdonar de esa misma forma? ¿Puede usted perdonar a aquellos que le han herido, que le han hecho daño, y que profesan ser hijos de Dios? Y si ellos no pueden corresponder a este amor, entonces hay serias dudas de que sean hijos de Dios. Esa es la verdadera prueba, la prueba de fuego, y duele un poco, ¿no es cierto? No solemos escuchar esta clase de enseñanza en cursillos sobre la vida cristiana y nuestra vida de relación. Juan nos dio la base fundamental de todo este asunto: ¿Ama usted a Dios? Y, ¿ama usted a otros creyentes?
Ahora, el versículo 12 de este capítulo 4 de la Primera Epístola del Apóstol Juan, nos dice:
"Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros."
Consideremos la frase Nadie ha visto jamás a Dios. Algunos ponen en duda esta declaración, señalando ejemplos Bíblicos de aquellos que afirman haber visto a Dios. Por supuesto, Adán fue el primero que lo vio, después tenemos el caso de Moisés, que habló con Dios cara a cara, cuando estaba escondido en la hendidura de una roca cuando Dios pasó por allí. También el profeta Isaías dijo en 6:1, Yo vi al Señor sentado sobre un trono alto y sublime. También encontramos que Ezequiel tuvo visiones de Dios, y que el Señor se apareció a Daniel y a otros. Sin embargo, también podemos leer que Juan dijo en su propio evangelio, en el capítulo 1, versículo 18: A Dios nadie le vio jamás; el unigénito hijo que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer, es decir, que El lo explicó, lo interpretó ante los seres humanos. Cuando Dios apareció ante personas en el Antiguo Testamento, ellos no vieron a Dios, porque El es un Espíritu y esa es la forma en que le adoramos. Aquellas personas vieron lo que se conoce como una teofanía. Es decir, que Dios se manifestó de alguna manera ante tales personas, pero El no se reveló a Sí mismo en toda su plenitud. Por ello Juan dijo en Su epístola, incluso después de que el Señor Jesús había regresado al cielo: Nadie ha visto jamás a Dios. Y en su Evangelio, en el 14:9, vemos que el Señor le dijo a Felipe: El que me ha visto a mí ha visto al Padre. Pero, ¿cómo le vieron ellos? Le vieron como cubierto con un velo, en un cuerpo humano, hasta tal punto que las multitudes no lo reconocieron. El creció hasta ser un adulto allá en Nazaret, oculto por el velo de su humanidad, así no supieron que El era el Hijo de Dios. Así que nadie vio a Dios en toda Su plenitud, y esta afirmación incluye a los tiempos actuales.
Lo importante que Juan quiso destacar aquí fue que nadie había visto jamás a Dios, pero Dios hoy puede manifestarse a Sí mismo por medio de los creyentes, que se aman entre sí. Ya que el mundo en general no está viendo a Jesús tal como El se presenta en la Palabra de Dios, la única manera en que la gente conozca el amor de Dios es a través de los creyentes, que le representan a Él en la tierra. Ninguno de nosotros conoció el amor de Dios hasta que Dios nos lo mostró en la cruz cuando Cristo murió, y El lo hace real para nosotros por medio del Espíritu Santo. Dijo el apóstol Pablo en Romanos 5:5, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Y un poco más adelante, en el versículo 8 escribió: 8Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Cristo murió por nosotros. Aún es cierto que No hay nadie que busque a Dios. (Romanos 3:11). Así fue que Dios ha venido a buscar a los hombres, y Él vino hace más de 2.000 años, manifestándose a Sí mismo en el Señor Jesucristo. Y todo lo que yo sé en cuanto a Dios es lo que conozco en la persona de Cristo. Yo no sé cómo se siente Dios en cuanto a ciertas cosas. No sé qué es lo que piensa en cuanto a algunos asuntos, pero cuando sigo al Señor Jesús y le escucho, puedo saber lo que Dios está pensando, puedo sentir el latir del corazón de Dios y sé como Él se siente en un funeral, porque la Biblia, en Juan 11:35 nos cuenta que Jesús lloró. Se lo que El siente con respecto a los niños, porque los tomó en Sus brazos y los bendijo. Y conozco estos detalles porque el Señor vino y nos mostró cómo es Dios.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 22 EPISODIO
1 Juan 5:1-4 En nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol ...
1 Juan 5:1-4
En nuestro recorrido por la Primera Epístola del Apóstol Juan, llegamos hoy a una nueva sección en esta breve pero profunda epístola. En la primera sección el apóstol ...Juan nos explicó que DIOS ES LUZ. Después, nos detuvimos bastante tiempo en la extensa sección central que concluyó con el capítulo 4, donde vimos que DIOS ES AMOR. Ahora, el tema del capítulo 5 es que DIOS ES VIDA, y veremos que está dividido en dos secciones. En los primeros cinco versículos del capítulo 5, Juan nos habla de que tenemos "la victoria sobre el mundo" Y luego, en los versículos 6 al 21, tenemos "la seguridad de la salvación". En la primera parte de este capítulo 5, Juan estaba hablando a los creyentes de "la victoria sobre el mundo". Una vez más, recordemos que cuando se menciona "el mundo", se está hablando del COSMOS, es decir, el mundo, con todas sus organizaciones, todos sus gobiernos, todo su egoísmo, su avaricia, sus enfermedades y todos sus terribles pecados. El apóstol Juan insistió y recalcó que el creyente, un hijo de Dios, tiene y puede tener victoria sobre el mundo. Esto es posible. Así es que, en el primer versículo de este capítulo 5 de su primera epístola, Juan dijo:
"Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él."
Como ya hemos dicho, esta sección a la cual entramos hoy es muy importante. Dios es vida, y la vida es el resultado de haber nacido de Dios. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, - dijo aquí Juan - es nacido de Dios. Este es el método: todo aquel que cree que Jesús es el Cristo. El Apóstol Juan comenzó su evangelio hablando en el capítulo 1 del evangelio según San Juan, versículos 11 y 12. Él presentó de una manera muy clara que se nace espiritualmente, y se llega a ser un hijo de Dios, sencillamente por tener fe en el Señor Jesucristo. En su evangelio Juan escribió: A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Él vino a los Suyos, a Su propio pueblo, pero ellos no le recibieron. Pero, a aquellos que sí le recibieron, les dio el poder, la autoridad de ser hechos hijos de Dios, y es más, incluye a todos aquellos que simplemente creen en Su nombre. Eso significa que, cuando usted confía en Cristo, usted confía que Jesucristo es quien dice ser y que cree en sus palabras y obras. Lo que Él hizo no tendría ningún valor si Él no fuera quien es.
Nuevamente, debemos reafirmar que el nacimiento virginal de Jesucristo es esencial para la fe cristiana. ¿Quién es este que murió por los pecados del mundo? No fue un hombre cualquiera, un hombre ordinario el que hizo esto, porque un hombre ordinario sería una persona pecaminosa también, que ni siquiera podría morir por sus propios pecados. Juan nos dice: todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. O sea que, es la fe la que produce el nuevo nacimiento.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 23 EPISODIO
1 Juan 5:4-6 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la ...
1 Juan 5:4-6
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la Primera Epístola del Apóstol Juan, y nos encontramos en el capítulo 5, el último, de esta breve pero profunda epístola. ...Comenzaremos con el versículo 4 y el tema es "Dios es vida". Anteriormente hemos visto, en la primera sección del capítulo 5, que podemos tener "victoria sobre el mundo"; lo encontramos en los cinco primeros versículos. En nuestro programa anterior habíamos llegado hasta el versículo 4, pero no concluimos nuestro estudio de ese versículo. Vamos a comenzar leyendo este versículo una vez más:
"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe."
Este versículo es importante. Juan mencionó aquí, la victoria. ¿Cuál es la victoria que ha vencido al mundo, entendiendo que se refiere a nuestra sociedad actual? La respuesta correcta es nuestra fe. Es la fe que nos salva, y es la fe que nos guarda. Nosotros somos salvos por la fe; andamos por fe. Somos hijos nacidos en la familia de Dios, y hemos nacido en la familia de Dios por fe en Jesucristo.
Ahora, tenemos un enemigo, y Juan ya nos habló anteriormente sobre este enemigo. Juan dijo: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. En el mundo que nos rodea existe lo que, según la Biblia, es "de la carne", aquello que batalla contra el espíritu, abarca todo lo que nos aparta de Dios, y es provocado y promovido por el enemigo de Dios, el diablo. Esta es la cruda realidad de este mundo que nos rodea y en el que vivimos.
Hay una ilustración en el Antiguo Testamento que creemos puede ayudarnos a comprender mejor este punto. Nos referimos a la historia sobre la entrada de Josué a la tierra prometida. La tierra prometida llamada Canaán, no es un cuadro idílico del cielo, aunque existen cantos e himnos que hablan como si fuera el lugar a donde los creyentes llegan después de su muerte. Pero esto no es lo que Dios nos enseña en Su Palabra. En realidad, Canaán representa una condición y manera de vivir de los creyentes aquí, y ahora. Es cierto que nosotros podemos elegir vivir en "el desierto", y creo que hay muchos creyentes que viven como en un desierto. No hay disfrute y nada agradable en el desierto, aunque ellos, los no creyentes creen que se lo están pasando bien, aunque sea a ratos. No es muy agradable estar en el desierto. La marcha a través del desierto no fue algo fácil para el pueblo de Israel. Pero, en la tierra prometida, Canaán, allí es donde experimentaron el cumplimiento de la promesa de Dios, y fueron muy bendecidos, como nosotros, espiritualmente hablando, somos bendecidos con toda clase de bendiciones espirituales. Ahora, cuando Josué entró a esta tierra, él no la recibió en una bandeja de plata. Y si usted y yo, amigo oyente, en el día de hoy, no estamos disfrutando de estas bendiciones espirituales que nos corresponden como hijos de Dios, entonces debemos reconocer que tenemos que pelear una batalla,. El enemigo retiene su poder sobre el territorio, y no nos permitirá disfrutar de nuestra libertad o la victoria, sin presentar una cruel batalla.
Cuando Josué entró a la tierra prometida, había tres enemigos que se presentaron delante de él. Hasta que no los venció, no pudo tomar toda la tierra conquistada. El primero enemigo fue Jericó, y Jericó representa el mundo. Ese fue el primer lugar que Josué atacó. Era obvio que lo que él estaba tratando de hacer era dividir la tierra en dos zonas, y conquistar una zona a la vez.
Ahora, el segundo enemigo era la pequeña ciudad de Hai. Le recordamos que Jericó representa al mundo, y la pequeña ciudad de Hai, representa "la carne". Josué envió un pequeño ejército contra esa ciudad pensando que sería fácil conquistarla; sin embargo, ese fue el único lugar donde Josué sufrió una gran derrota. Hay muchos creyentes, amigo oyente, que vencen al mundo, pero siempre son vencidos por "la carne", es decir, las pasiones humanas. O sea, que hay muchos creyentes en el presente que no practican cosas mundanas, superficiales o que ofenden a Dios; pero, estos creyentes asisten a la iglesia, y se entregan a los chismes. Satisfacen los caprichos de la carne. Es decir, estos creyentes pueden hacer sonar las trompetas alrededor de Jericó, y salir victoriosos de la prueba, pero no pueden hacer lo mismo alrededor de la ciudad de Hai.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 24 EPISODIO
1 Juan 5:6-12 Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la ...
1 Juan 5:6-12
Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro viaje por la Primera Epístola del Apóstol Juan. Nos encontramos en el capítulo 5, en la última división de la epístola, titulada "Dios ...es Luz", después de haber estudiado la primera sección de este capítulo, titulada "Victoria sobre el mundo", que abarcaba los versículos 1 al 5, Y vamos a comenzar nuestro estudio leyendo el versículo 6, que inicia un párrafo o sección titulada
La seguridad de la salvación
"Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad."
Recordemos que en la crucifixión de Jesús, Sus huesos no fueron quebrantados, en cumplimiento de una profecía de las Sagradas Escrituras. Con el propósito de apresurar la muerte, a veces los soldados romanos quebraban las piernas de los condenados que colgaban de la cruz. Pero en Juan capítulo 19, versículos 33 al 35, se nos dice lo siguiente: 33Pero cuando llegaron a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. 34Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Juan estuvo presente en la crucifixión de Cristo y él observó un detalle que nadie más vio. Lo más probable es que él se encontraba más cerca de la cruz que los demás apóstoles. El observó que cuando el soldado clavó la lanza en el costado de Cristo, de allí salieron sangre y agua.
Aquí en su epístola, Juan aplicó este detalle. Él lo enfatizó en su Evangelio, y en esta epístola el apóstol volvió a aquella escena y dijo: 6Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre. ¿De qué nos habla el "agua"? Nos habla de la Palabra de Dios. El Señor Jesús le dijo a Nicodemo, como vemos en Juan 3.5, De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. El agua es la Palabra viviente aplicada por el Espíritu de Dios. Aquí en 1 Juan dice Este es Jesucristo, que vino mediante agua....refiriéndose a la Palabra de Dios que el Espíritu usa. Al añadir....y sangre.... Ésta se refiere a la muerte de Cristo. Y el versículo continúa diciendo; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre.
Y el texto continúa diciendo, Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Es el Espíritu quien puede hacer que estas verdades cobren vida, Y ahora vamos recordar una declaración llamativa; el Señor les dijo a los discípulos que entre Su muerte y resurrección, y el día de Pentecostés debían quedarse en Jerusalén y no hacer nada, permanecer inactivos, es decir, que no tenían que dar testimonio de su fe, ¿Por qué? Porque ellos no podrían llevar a cabo ese ministerio con eficacia sin el Espíritu Santo. Por lo tanto, si alguien ha de salvarse, no solo la muerte redentora de Cristo es esencial, sino también la acción del espíritu de Dios en los corazones y en las vidas. Nos estimula mucho leer cartas de oyentes a este programa de radio, porque ellas demuestran que la Palabra de Dios, tomada por el Espíritu de Dios puede aplicar la sangre de Cristo a los corazones y vidas, Cristo murió por nuestros pecados, pero el Espíritu de Dios debe hacer real ese hecho a nosotros. Estimado oyente, solo el Espíritu de Dios puede hacer que la muerte de Cristo sea una realidad para usted, y solo el Espíritu de Dios puede lograr que la resurrección de Cristo sea real para usted.[+] Mostrar más
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ESTUDIO COMPLETO DE LA BIBLIA 1 JUAN 25 EPISODIO
1 Juan 5:13-21 Y llegamos hoy, amigo oyente, a nuestro estudio final ...
1 Juan 5:13-21
Y llegamos hoy, amigo oyente, a nuestro estudio final en esta Primera Epístola del Apóstol Juan. Queremos decir que hemos llegado al versículo clave de esta epístola, que ...es el versículo 13 del capítulo 5, que estamos estudiando. Este capítulo abarca la ultima división de este libro, titulada "Dios es vida", Nos encontramos en la segunda sección o párrafo de este capítulo, titulado "la seguridad de la salvación".
Hemos visto que Juan ha presentado de una manera muy clara lo que quiere decir ser salvo, lo que quiere decir, ser un creyente. Él escribió: El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. (1 Juan. 5:12). Es decir, que es Aquel que él ha presentado en este pasaje. Aquel que vino por agua y sangre, Aquel que es Hijo de Dios, que nació de una virgen, Dios manifestado en un cuerpo humano, que murió en la cruz por nuestros pecados, y resucitó de entre los muertos. En esta declaración se resume el Evangelio. Y en este versículo 13 del capítulo 5 de su primera epístola, nos dijo Juan:
"Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios."
Aquí podemos apreciar que Juan tuvo un propósito doble al escribir esta epístola, resumido en las frases de este versículo: (1) Para que creáis en el nombre del Hijo de Dios; eso es salvación, y (2) Para que sepáis que tenéis vida eterna. Si usted tiene a Cristo, si ha creído en El, tiene vida. Y hay muchas personas que dicen: "Yo quiero creer que tengo vida eterna". Pero la pregunta es: ¿En quién cree usted? O sea que reiteramos que la pregunta no es "¿Qué es lo que cree usted?", sino más bien "¿En quién cree usted? ¿Cree usted en Dios? ¿Cree usted en el testimonio que Él ha dado? Él dijo: El que tiene al Hijo, tiene la vida. (1 Juan 5:12). ¿Cree usted esta verdad, amigo oyente? Juan no dijo: "Si le parece bien o si usted se ha unido a algo o a alguien", sino que pregunta si usted cree en el Señor Jesucristo como Salvador. Si usted lo tiene a Él, entonces tiene vida.
Esta fue la razón por la cual Juan había escrito esta epístola: para que sepáis que tenéis vida eterna". Este fue también el propósito del Evangelio que Juan escribió, tal como lo expresó en el capítulo 20;30 y 31, hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este Libro, Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Si usted tiene al Hijo, tiene la vida. Juan quiso que supiéramos esta verdad y cuando la conocemos, honramos a Dios. Esto significa sencillamente que usted no está dejando a Dios como un mentiroso, sino que está creyendo en El. No se trata de cuanta fe tiene usted ni de cómo se siente al respecto. Se trata de si usted cree en Cristo o no. Esto es sumamente importante.
El tener esta certeza de la vida eterna causará un efecto en nuestra vida cristiana aquí y ahora, Leamos a continuación el versículo 14 de este quinto capítulo de 1 Juan:
"Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye."
Nuestra certeza nos dará confianza en la oración y, puede usted creernos, que necesitamos tener confianza en la oración. Esta palabra "confianza" realmente significa "audacia, atrevimiento". Así que ésta es la confianza que tenemos en El. Esta certeza le dará al hijo de Dios la confianza necesaria para orar.
Dice este versículo 14, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad. Es decir, que nuestra oración debe ser hecha conforme a la voluntad de Dios. Si usted y yo nos encontramos en una relación de comunión y compañerismo con El, viviendo cerca de Él, entonces nuestra oración expresará el deseo de cumplir la voluntad de Dios en toda circunstancia. Un misionero llamado Jorge Müller lo explicó de la siguiente manera: "La oración no consiste en vencer la reticencia de Dios, sino en asirnos de Su buena disposición". Hasta aquí la cita. O sea, que la oración no consiste en tratar de conseguir que Dios haga algo que El se muestre reticente a hacer, sino que debe ser el tener en nuestra mente Sus propios pensamientos. Este es el hecho que nos proporciona confianza cuando nos dirigimos a Dios en oración.[+] Mostrar más